Simplemente aparece. Y abusa de tí.Una y otra vez. No es un juego. Es un software que te persigue aún cuando lo desenchufas todo.
Sl Citizen Program. Borradores de un avatar recienllegado.
Una ciudad es un estado emocional colectivo. Un panel de refugios que muestran su doble siniestro: el lugar donde jamás existe escape. En Second Life las ciudades tienen la hondura de sus avatares. Lo que me interesó de este programa (de esta experiencia de ciudades) es la investigación sobre lo que es el habitar. Soy absolutamente escéptico. Mi hipótesis es que las ciudades del Metaverso, al menos por ahora, son inhabitables. Pero deben dejar, sin dudas, un saldo. Y eso es lo que me interesa averiguar. 
Los tiempos en el Metaverso son diferentes, su percepción es otra. Esta madrugada fue imposiblemente larga. Poco por hacer. Un grupo de avatares encerrados en sus códigos, que no me resultaron ni necesarios ni divertidos.
Las ciudades en SL aún son pequeñas. No más que unas cuantas manzanas. En este blog la protagonista es una ciudad, Lost Angeles. Mi propósito es habitarla, por lo cual no estaría nada mal alquilar un departamento. Pero me aislaría mucho. Haré vida de bares y de conversaciones callejeras. Antes de esta ciudad habité (transité) Carnal City, una ciudad increíble. Al contrario de Toxian, donde estuve algunas temporadas, Lost Angeles y Carnal City son ciudades nocturas. Toxian (que cada vez posee mayor cantidad de habitantes) tiene vida a todas horas. Por supuesto, el tema del juego de rol tiene mucho que ver. Pero siempre escapé de esos objetivos, o más bien los modifiqué. Precisamente, mi interés es interceptar todos aquellos avatares que bordean los juegos de rol, que se sienten curiosos con la situación pero que no se involucran con ella.